No todas las preguntas tienen respuesta: algunas tienen más de una y otras, tantas como podamos imaginar. Las hay que nos hacen reír y las hay que ponen prueba nuestros prejuicios, aquello que damos por sentado. Lo más importante es que en este libro no hay respuestas correctas ni incorrectas. Barnett plantea incógnitas y dilemas para que los primeros lectores imaginen y recreen el mundo mientras se divierten.